Con nuevos profesionales, nuevos voluntarios y una estrategia de trabajo renovada, el CRRFS planifica el inicio de una nueva etapa de funcionamiento debido a las enormes necesidades de atención de animales silvestres afectados por eventos naturales y por impactos ambientales producidos por la actividad humana en la Región.Por otro lado, hay una creciente necesidad de incorporar en los ciudadanos, incluyendo adultos mayores, trabajadores, ejecutivos, jóvenes, deportistas, excursionistas, niños, educadores, artistas, etc... valores de la conservación de la naturaleza, del patrimonio natural y cultural como legado supremo a cargo temporalmente de las actuales generaciones.
El exceso de valoración y apego a los bienes materiales de las últimas décadas, está produciendo una creciente insensibilidad hacia la valoración de lo intangible, como son los derechos de los animales, la importancia de los recursos naturales no consumibles y no transables en el "mercado", como el paisaje, el sol, el sonido de la naturaleza, el canto de las aves, el ruido de las olas, el canto de las ballenas y de los lobos marinos, el crujir de los árboles, el sonido del viento y las plumas del batir de las alas de los pájaros, la sonrisa de los ancianos y los niños alegres en el campo, o en la playa. Miles de intangibles del más alto valor parecen estar sucumbiendo a la efímera y equívoca felicidad del producto suntuario, normalmente desechable en el corto plazo y creador de nuevas necesidades del terrible juego del mercado.
El contacto con una criatura que no habla, que no paga, que no cobra, que solo mira y actúa con toda su "naturalidad", es un hermoso puente hacia lo intangible, el contacto amigable y comprometido con un animal silvestre, especialmente aquel que ha sido afectado por alguna razón humana, es una impagable oportunidad para pedir perdón por lo que nuestros congéneres están haciendo, muchas veces con la complicidad de nosotros mismos por callar ante los agravios, desatinos e injusticias.
El Centro de Rescate y Rehabilitación de Fauna Silvestre (CRRFS) de la Universidad de Antofagasta da la oportunidad de materializar en actos reales, aquello que todos declaran como amor a la naturaleza, pero que casi nunca pasa más allá de una declaración verbal, pues no se le destina parte del valioso tiempo de cada uno, no se les cubren las manos con los olores del alimento que hay que prodigar a los animales enfermos, no se les ensucia la ropa con los desechos de los débiles, ni se pasa hambre por dar un día libre al cuidado de las criaturas enfermas. Quien no ama a los humanos no puede tener la capacidad de amar a los animales, pues el uno y el otro son lo mismo, es en resumidas cuentas, el amor a la vida.Esta es una invitación a la acción, a concretar lo que muchas veces graciosamente se dice, pero no se sostiene en hechos reales.
Bienvenidos al 2013.
