domingo, 1 de julio de 2007

Zorro Chilla es rehabilitado y liberado por el CRRFS y SAG

Dos historias distintas sobre zorros. Uno de ellos fue rescatado por funcionarios de Minera Escondida luego de ser avistado en la pampa arrastrándose apenas con sus patas delaneras. Así y todo, el ejemplar fue trasladado al Centro de Rescate, pero dada su lamentable situación, el animal falleció. Al parecer sufrió un atropello o bien un ataque que le fracturó su columna a la altura lumbar, lo que produjo la caida de su tren trasero. No obstante, su deseo de vivir lo llevó a desplazarse con sus extremidades anteriores y al arrastrar las posteriores se les produjo profundos e irreversibles desprendimiento de piel, musculatura, quedando sus huesos expuestos, todo con una gran pérdida e fluidos corporales. Aunque esto nos causa una gran pena, no debemos olvidar que el animal en esas condiciones está con mucho dolor y sufrimiento. Por eso a veces, el deceso en casos irreversibles viene a dar alivio a ese sufrimiento. No nos queda más que esperar que su espíritu ayude a otros a cumplir con su razón natural de vivir y dejar descendientes de su especie.
La segunda historia resultó ser bastante diferente, pues a fines del mes de Mayo, un zorro se perdió entre las estructuras de una faena industrial de Puerto Angamos en Mejillones, terminando en un contenedor metálico. Gracias a la conciencia de los funcionarios y jefaturas, dieron oportuno aviso al SAG, quienes trasladaron al ejemplar al Centro de Rescate de la Universidad. Allí lo evaluó el Veterinario del SAG, Señor Sergio Estay, quien determinó que se trataba de un ejemplar juvenil y su docilidad podría ser indicativo de alguna dolencia gástrica. Luego de dos semanas de recuperación de su sensibilidad, actitud esquiva al ser humano y prueba de su habilidad para cazar presas vivas, el trabajo de los voluntarios del GRRAS, demostró que estaba listo para volver a su estado silvestre.

Así, el 21 de Junio, se procedió, junto al SAG, a su liberación. El lugar elejido fue un sector de la cordillera de la Costa en donde se produce una formación vegetal típica del Desierto Costero, con comunidades de cactáceas, arbustos y madrigueras de ratas silvestres, evidencias de la presencia de lagartijas y aves. Todo característico de los ambientes en donde los zorros son parte del sistema ecológico.
Junto a Belko Caqueo, funcionario del SAG, se procedió a liberar al ejemplar.

El zorro no dudó en alejarse, reconociendo inmediatamente el paisaje y como suele ocurrir, antes de desaparecer de la vista de sus liberadores, dió una última mirada como intentando entender qué es lo que había ocurrido en su vida.

Un acercamiento feliz entre dos especies, una silvestre y la otra que se autocalifica como civilizada, es decir, fuera del estado salvaje, sociable, urbana y atenta con los suyos, pero que debería seguir incorporando ser atenta y amiga de los otros seres vivos con quienes comparte los espacios naturales.